La mayor dificultad que presenta el itinerario es la espesa vegetación que cubre parte del mismo en los meses de verano, lo que obligará a una lectura muy buena del terreno a quién se aventure a seguir esta ruta en los meses estivales. En cambio, quién decida emprender la travesía en otoño o invierno no tendrá mayores problemas que los derivados del desnivel a salvar, siempre y cuando la ruta no presente nieve.
Un poco más arriba la pista presenta una bifurcación, hemos de tomar el ramal de la izquierda que en suave bajada cruza el Río de Soto, comienza a subir, deja un desvío a la izquierda y tras dar una curva a la derecha se encuentra con una especie de pequeña cantera, restos de las minas que se explotaban en el siglo pasado en LLampaces y por las que pasaremos más adelante.
Tenemos ahora que prestar mucha atención, ya que un poco más arriba, cuando la pista discurre prácticamente en horizontal, deberemos abandonarla para tomar un sendero que veremos a nuestra izquierda (10' / 40'), y que es el antiguo camino de acceso a las minas.
Pronto deja a la derecha una primera bocamina, y en cómodas revueltas va ganando altura a lo largo de la ladera. A medida que subimos la vista hacia el valle de Laviana se va haciendo cada vez mayor, así como sobre Peña Mea o la sierra de Peñamayor.
Como dije al inicio, este antiguo camino está devorado por la vegetación en verano, y habrá que ir muy atentos en muchos tramos para no perderlo y vernos abocados a luchar contra grandes helechos.
En los últimos tramos el camino presenta todavía muros de contención en buen estado de conservación, llanea un poco y llega a las antiguas minas de hierro de LLampaces (1010 msnm) (55' / 1h 35'). Aun se pueden ver bocaminas, restos del cable que formaba parte del teleférico desde el que se bajaba el mineral y restos de construcciones.
Para salir de la explotación debemos girar a la izquierda, pasar por entre los muros que se mantienen en pie y superar una pequeña brecha en el espolón. Después sólo nos queda subir cercanos a ese espolón hasta La Enrayá (1102 msnm.) (10' / 1h 45'), collada en la divisoria de Laviana - Sobrescobio y punto de unión con la ruta Cresterío del Cantu de Escrita.
Estando aquí sería una pena no recorrer la pequeña distancia que nos separa del Picu del Fueyu (1144msnm), en cuya cumbre hay un vértice geodésico. De nuevo en La Enrayá (10' / 1h. 55') debemos buscar las trazas de senda que nos bajan por la otra vertiente, primero a buscar un pequeño grupo de árboles que hay a la derecha y después trazando una diagonal hacia la izquierda hasta llegar a un poste indicador que hay en LLampaces (979 msnm) (15' / 2h 10'), punto de unión con la ruta del Camín del Agua.
Bajamos ahora hacia la derecha, a coger el camino que nos llevará hasta la mayá de Escrita. Primero encontraremos una bifurcación (5' - 2h 15'), y seguiremos por la izquierda haciendo caso omiso a unas marcas de pintura blancas y amarillas.
El tramo que viene a continuación presenta muchos helechos en verano, y es fundamental no perder la senda para llegar a Escrita (843 mnsm) (10' / 2h 25'). Por debajo de los prados está el camino (en obras durante el verano del 2008) que nos conducirá a la Fuente La Yera, y que nos bajará con bonitas panorámicas del valle hasta las inmediaciones de un registro de agua (25' / 2h 50'), situado después de una cerrada curva hacia la izquierda. Junto a este registro sale a la derecha un camino, por el que bajaremos abandonando la pista. El camino baja al depósito del agua de Soto de Agues, gira a la derecha y llega hasta un cauce, la Riega Limueria. Bajando siempre por su margen izquierda pronto llegamos a la Posada Cantu l´Osu , en la parte alta de Soto de Agues, desde aquí ya se baja pronto al aparcamiento (15' / 3h 05')
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